martes, 27 de junio de 2017

Showcase de Beth Ditto

Estamos en fase muy fanática con Beth Ditto porque su album en solitario, Fake Sugar, nos gusta mucho. Mis canciones favoritas, de las que están disponibles en Youtube, son "Oh My God" y "We Could Run". 

Con tanto fanatismo, y con tantos conciertos este año, hemos cometido el error de comprar entradas el mismo día en octubre, para su concierto en el Bataclán y también para el de Lady Gaga en Bercy. Aún no sabemos cómo vamos a resolver ese dilema pero, en medio de ese disgusto, esta semana tuvimos la oportunidad de asistir a su "showcase" en el FNAC de Saint-Lazare. Fueron sólo 5 canciones tocadas en acústico, con acompañamiento de guitarra y coros. Sonó muy bien aunque, claro, no tan potente como escucharla en concierto.  

Como buenos fans, después de la actuación, nos quedamos haciendo cola para la firma de discos. La verdad es que es muy simpática y dicharachera. Se nota que le gusta el contacto con el público, y dBt,  tan de famoseo él, quedó encantado con la charla y las fotos.

domingo, 25 de junio de 2017

Orgullo 2017 en París

Seguimos sumando Orgullos en París, y también nuevos recorridos. Este año la marcha transcurrió entre Concorde y Republique, por las calles Rivoli y Sebastopol. Es una ruta que no está nada mal, con calles anchas y nada tortuosas. El despliegue policial era nuevamente impresionante, con calles bloqueadas y furgonetas policiales en cada cruce, para evitar atropellos terroristas, tan de moda últimamente. 

Este año se celebraba el 40 aniversario de las Marchas en Francia, y no faltaron las comitivas de sindicatos y partidos políticos, incluyendo "En Marche", el movimiento del flamante nuevo presidente, Emmanuel Macron. Lo mejor de este año fue la imagen de la gente sentada en la calle Rivoli, por los 3 minutos de silencio por las víctimas del SIDA, y el reencuentro, como cada año, con las Hermanas de la Perpetua Indulgencia




viernes, 23 de junio de 2017

Días de calor y pre-Orgullo

La última semana me ha llevado de ola de calor en ola de calor, desde Vigo a Madrid y de ahí a París. No sé si eran distintas o la misma, afectando a casi toda Europa, pero pasé de los 33-34 grados de máxima en Vigo, a los 39 de Madrid y los 36-37 de París. Lo peor es que en todas los casos las mínimas nocturnas no bajaron de 21-23 grados. 

Con estos calores hemos decidido volver a montar la terraza interior en París, aprovechando el mobiliario que venía de la terraza auténtica de Londres. En las noches calorosas, nos gusta cenar en la ventana con vistas al Marais y al Pompidou. Este año, dBt decidió comprar banderita arco iris para celebrar el Orgullo e instalarla en el balcón. Creo que quiere provocar a algunos vecinos rancios pero nadie ha dicho nada. La verdad es que hay proliferación de arco iris por todos lados, con las preparaciones de las Marchas del Orgullo (este sábado en París y el próximo en Madrid).  

Como cada año, el detonante del Orgullo en París ha sido la Fête de la Musique, la noche del 21 de junio. Salimos a pasear por Les Halles y le Marais y nos fuimos parando en algunas de las actuaciones: rockeros, cristianos evangelistas, africanos, filipinos, pianistas, coros populares en los bares... Toda una amalgama muy animada de profesionales y principiantes que esa noche dan rienda suelta a sus talentos. Acabamos el recorrido musical en los bares gays del barrio, que fieles a la tradición mezclan música disco y chulazos sin camiseta a partes iguales. 






lunes, 19 de junio de 2017

Vida familiar en Vigo

He vuelto a Vigo este fin de semana, fiel a mi principio de que no puedo estar demasiado tiempo sin echarle un ojo a los abuelos. Y el momento fue oportuno, o no, dependiendo de cómo se mire... Mi padre vuelve a estar de bajón, se había recuperado bastante desde el drama de diciembre, pero vuelve a estar en sus horas bajas. En esta ocasión, tenía motivos, porque el viernes le hicieron una punción en el pulmón para extraerle el líquido que no acaba de eliminar por si solo. Conclusión: depresión profunda y bajón físico. Supongo que se recuperará de nuevo, pero asusta pensar en cómo ha ido bajando en los dos últimos años. 

Llegué desde Zurich el sábado para comer; un fin de semana especialmente corto. Además de pasar tiempo con la familia, y escuchar todo el historial médico de los últimos tiempos (un monotema que acapara el 70% de las conversaciones de los últimos tiempos), también me vi con Ana. Fiel a nuestra relación de amor-odio que dura ya 30 años (como ella se encargó de recordarme), tuvimos tiempo para todo: discutir, sincerarnos, cenar en Albatros, con vistas a la Ría en la Estación Marítima, e ir al cine a ver Marie Curie. Todo muy intenso, como siempre. 


martes, 13 de junio de 2017

Vida social en Zaragoza

Hemos pasado 3 días en Zaragoza, visitando familia y amigos. No ha habido mucho tiempo para la improvisación porque teníamos prácticamente planificada toda la agenda, entre comidas familiares y cenas con amigas. El calor extremo tampoco ha ayudado demasiado a la aventura.

El apartado familiar ha sido correcto, aunque algo largo y aburrido. A diferencia de mi familia, los temas de conversación son más limitados y sobre todo me tengo que tragar las largas sobremesas por no hacer un feo. En cambio, el apartado amistades ha estado bastante más animado, con cenas de conversación intensa, plagadas de confesiones íntimas: matrimonios dándose una segunda oportunidad, cuarentonas a punto del divorcio, y lesbianas mostrando sus proezas de bricolage en su nueva casa; todo muy variadito. 

Con tanta vida social,  no hubo tiempo para turismo. Tan sólo algunas compras en Puerto Venecia, y un intensivo de Spa en Las Ranillas, en la zona de la Expo. Como regalo de bodas, teníamos un tratamiento esfoliante, bañera hawaiana, masaje, comida y circuito spa. Adicionalmente nos apuntamos a un tratamiento facial así que entre pitos y flautas se nos fue el lunes. Las instalaciones son muy impresionantes, todo enorme, aunque con algunos signos de deterioro. Nos pusimos en plan analizarlo y comentarlo todo: los gastos de mantenimiento, las opciones de viabilidad, el número y orientación al servicio de los empleados… Salimos de allí agotados, entre jugar a empresarios de spa y el bajón de tensión de tanto tratamiento. Al salir nos dimos una vuelta por las instalaciones de la Expo: todo bastante cuidado pero con aire de ciudad-fantasma.



jueves, 8 de junio de 2017

Vida social en Zurich

Cenar con Carlos se está convirtiendo en un clásico de mis visitas a Zurich. Nuestras conversaciones tienden a seguir una agenda determinada, en la que abordamos primero los temas profesionales, después los de pareja y finalmente los filosófico-vitales. Son siempre conversaciones intensas y agradables. Además siempre se esfuerza por llevarme a algún sitio nuevo, en su cruzada particular por venderme los encantos de la ciudad. En esta ocasión fuimos a la Giesserei de Oerlikon, una antigua acería reconvertida en local de eventos y restaurante, con buena comida y bien presentada. 

Otro clásico de mis viajes de trabajo son las cenas con Laura, que lleva meses bajo contrato suizo y lleva desde entonces haciendo Madrid-Zurich con carácter semanal. En un par de semanas toda su familia, marido y 4 niños, se trasladan a vivir definitivamente a Zurich y menuda la que se le va a venir encima. Con ella estuve en el Ly's Asia, un fusión-asiático que no está mal en Hardbrücke. Después tomamos una copa en el Clouds

Además de cenas y charletas, la semana laboral estuvo marcada por mis múltiples entrevistas, precisamente en el barrio de Hardbrücke, dónde está situada la empresa que me está echando los tejos en estas últimas semanas. Fueron 4 conversaciones con potenciales compis; todos gente muy maja y con la que creo podría llegar a trabajar muy a gusto. Dónde no acabo de ver las cosas muy claras es en la desorganización que percibo en el área de Recursos Humanos, así que tengo que seguir madurando y clarificando el tema. 





lunes, 5 de junio de 2017

Peter et Yvette

(Otro) fin de se semana largo en París. Últimamente todo son semanas cortas. Ya no recuerdo trabajar 5 días seguidos, entre los festivos de los últimos tiempos y los días que me voy cogiendo de vacaciones. 

Como parte de un "Unexpected Festival" que montaron estos días pudimos ver en concierto gratuito a Peter Peter en la nueva Canopée de Les Halles. Nos gustó mucho el espacio y la actuación, de aproximadamente una hora. Llevamos unos pocos meses pillados con este cantante de Québec que hace música electrónica y un poco chill out. Entre sus mejores temas están Noir éden y Loving Game

También vimos, por fin, a Yvette Leglaire en Le Point Virgule, un teatro mini que tenemos en el barrio. El hombre es toda una institución porque lleva 12 años haciendo el mismo espectáculo, un estilo cabaret en el que canta sus propias canciones y critica en plan comedia a las grandes cantantes de la canción francesa; divertido aunque, claro, nos perdimos algunos de los diálogos. 

En el apartado social, nos despedimos de los vecinos del sexto que se van a vivir a Lyon, dónde se han comprado un piso, y nos tomamos una copa con Fernando y Evgene, que viven en Zurich y estaban de vacaciones por aquí. Les hicimos un pequeño interrogatorio sobre la vida en la ciudad, por si nos acabamos trasladando. 

Completamos el finde largo con una visita al Pompidou, dónde descubrimos la nueva colección de Arte Moderno. Entre otras novedades, nos encantó el Picasso de abajo y alguna nueva terraza que teníamos despistada. Hemos hecho propósito de volver con frecuencia porque está enfrente de casa y tenemos tarjeta de socios anuales. 





viernes, 2 de junio de 2017

Congreso en Amsterdam

He participado en un congreso de directores de Recursos Humanos en Amsterdam esta semana y vuelvo re-fascinado con la ciudad. El evento se celebraba en el Hotel Okura, que acumula 4 estrellas Michelin entre sus 3 restaurantes. También tiene spa y un bar con buenos cócteles y buenas vistas en la planta 23, así que es una dirección a apuntar. 

No tuve mucho tiempo para hacer turismo pero al menos exploré el barrio del hotel, De Pijp, al sur de la ciudad. Es una zona que no conocía pero que está muy animada con tiendas, bares y restaurantes. También se encuentra por allí el Centro de Congresos, muy modernito, e incluso una pequeña sucursal del barrio rojo, con vitrinas de prostitutas. En definitiva, un barrio muy animado que contribuye a mi sensación de que cuanto más conozco la ciudad, más me engancha.  

El día día de regreso atravesé toda la ciudad arrastrando la maleta para disfrutar de los canales, la arquitectura, y hacer una paradita en el Bulldog de Leidseplein. Sus magdalenas de chocolate están muy buenas y muy bien empaquetadas, así que aguantan bien en el congelador. Son buen sustituto del brownie del BABA, ahora que ese coffeshop mítico está cerrado.